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La Antártida es un paraíso desconocido, donde sólo abunda el poder de la naturaleza

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Por Zelfa Silva

Para los 65 pasajeros que embarcaron en el rompehielos de investigación polar ruso, en la ciudad de Ushuaia .el pasado 28 de diciembre de fin de año se convirtió en una experaiencia única.

Habíamos comprado los pasajes un año antes para celebrar el Milenio en la reserva ecológica mas exclusiva del mundo: la Antártida.
El confortable y refaccionado “Akademik Sergei Vavilov”, zarpó del Canal de Beagle hacia el Pasaje de Drake, con mares relativamente calmos, mientras tanto el personal internacional, como el líder de la expedición, los profesores y naturalistas, nos mantenían informados con charlas sobre la vida animal del Mar del Sur, la geología y la historia de la Antártida.

El primer avistamiento de la Península Antártica fueron las Islas Melchior. Embarcamos en los gomones (lanchas inflables) para visitar la base argentina Melchior; pero lamentablemente estaba cerrada.

El último día de 1999 fue inolvidable. Navegamos por el Estrecho de Guirlache mientras el sol brillaba sobre las montañas cubiertas por un manto blanco.

Por la mañana bajamos en la isla Danko. donde caminamos por mucha nieve para mirar nuestra primera colonia de pingüinos Papúa, pequeñas aves con el pecho blanco y el
Crucero antartico
Cruceros a la Antartida
pico naranja, y una marca blanca arriba del ojo. Esta es la mejor temporada para visitar los pingüinos. porque la mayoría de las parejas todavía están con sus pequeños pichones.

En la tarde navegamos por el puerto de Neko. un estrecho de 11 Km. de la bahía de Andvord, donde, bajamos al Continente Antártico.

La bahía fue descubierta por el explorador belga, Adrián de Gerlache, entre 1897 y, 1899, cuando llegó hasta estas tierras en su legendaria expedición a la Antártida. El puerto lleva hoy el nombre de Ncko, el barco ballenero noruego que operaba en el área entre 1911 y 1912 y después de 1923-1924.

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Zelfa y pinguinos Mientras salíamos de la bahía, fuimos privilegiados con el avistaje de algunas ballenas jorobadas que nadaban adelante del barco.

El líder de la expedición hizo un anuncio por el altoparlante. Dándonos la oportunidad de acercamos en los gomones a los gigantes marinos, mientras la puesta del sol doraba los témpanos en cl horizonte. Una ballena madre estaba alimentando a su descendencia, podíamos ver las burbujas que subían hacia la superficie del mar.

Estábamos tan cerca que pudimos observar y escuchar su respiración. Y. las ballenas aprovecharon para mostrarnos sus magníficas colas.
Para nosotros, estas imágenes fueron el momento perfecto que puso punto final a 1999; el adiós del siglo XX y los últimos 1.000 años de historia del ser humano.

La despedida oficial llegó después de una deliciosa cena preparada por nuestros cocineros. Nos vestimos adecuadamente para soportar los rigores del clima y salimos al deck para festejar con champán la llegada del nuevo día.
Era la última medianoche del siglo cuando abrazamos a la tripulación, el staff de a bordo y a todos los pasajeros... después bailamos emocionados bajo las luces y colores del impecable cielo de la Antártida.

A las 7:30 de la mañana del 1ro de enero de 2000. todos los pasajeros bajamos a tierra para ser los primeros en poner los pies en el Continente Blanco.

Nuestra próxima parada fue la isla de Cuverville, hogar de la colonia más grande de pingüinos Papúa en la península Antártica, cuya población ronda las 5.000 parejas..
Canal de Lemaire
Las montañas arriba de la colonia estaban llenas de nidos, de petreles gigantes, skúas y otras aves.

Como otros turistas que también visitan la Antártida. bajamos, en Puerto Lockroy para enviar tarjetas, postales, con sellos de la Antártida de la Casa Bransfield, la base científica inglesa que operaba en la isla entre 1944 y 1962, hoy convertida en museo.
Costa antartica Estaba nublado por la mañana mientras navegábamos por el angosto canal de Lemaire, Pero el sol pronto empezó a brillar y al otro lado del canal nos esperaba un esplendoroso día, que invitaba a bajar en la isla Petermann, en la cual los ucranianos tienen el refugio de su base Vernadsky, al sur de la isla.

Además. visitamos la colonia mas al sur de los pingüinos Papúa.
También descubrimos una colonia de cormoranes y vimos los primeros pingüinos Adelia, los encantadores "tuxedos", aves de cabeza puntiaguda y ojos negros envueltos en un fino color blanco. Fue muy divertido caminar entre la nieve para buscar estas criaturas con sus pichones bien oscuros.

El tiempo era maravilloso y decidimos cambiar el restaurante por el deck del navío para terminar nuestro almuerzo.
zodiac gomon antartida
La isla Petermann marca la culminación de nuestra experiencia antártica. Pero nuestro crucero del Milenio nos daría algo especial: seríamos, el primer barco en cruzar el Círculo Polar Antártico en el año 2000. al sur de la Península Antártica.

Diversas focas estaban flotando en el hielo cuando el Akademik Sergei Vavilov navegaba cuidadosamente, usando su fuerza para romper el hielo hasta cruzar los 66º - 33' Latitud Sur, donde hay 24 horas, de luz el 21 de diciembre y 24 horas de oscuridad el 21 de junio. Allá brindamos con una taza de chocolate caliente con rhum.
iceberg antartida El único día nublado y con nieve fue cuando nos desplazamos en los, gomones entre témpanos y focas, para llegar cerca del glaciar Pletzval. en la bahía Paraíso.

La base argentina Almirante Brown estaba todavía cerrada para esta temporada, por lo que no pudimos ascender la montaña de atrás de la base, que tiene una vista espléndida de la bahía.

Durante la noche navegamos en dirección Norte hacia las volcánicas Islas Shetland del Sur. un paraíso para los geólogos.

Entramos en la bahía de la isla Decepción por una angosta abertura. Esta isla tiene el formato de un anillo, escondiendo el cráter del volcán. La última erupción se registró en 1970. Los turistas corajudos se bañan en el agua fría, que es templada por el agua caliente que viene del fondo del volcán y que emerge como fumarola

También investigamos un hangar con un avión que perteneció a una base inglesa. Hay restos de tanques de los navíos balleneros noruegos que operaron en el área hasta 1906, cuando cerraron las operaciones balleneras en este lugar.

Hannah Point. en la isla Livingston, al norte de la isla Decepción, es una colonia de 1.500 parejas de pingüinos Barbijo, los que tienen una línea negra que divide la cabeza blanca del resto del cuerpo. Todos los pingüinos tenían pichones, y nos sentamos a mirar a los padres regurgitar en el pico de sus crías.

También encontramos dos parejas de pingüinos Macaroni. los de penacho amarillo por sobre sus ojos. La mayoría de los Macaroni viven en las Georgias del Sur; su presencia austral es una novedad y sus pichones constituyen una verdadera atracción turística.

Elefantes marinos también hacen de Hannah Point su lugar para cambiar de piel durante el verano.

La isla Aitcho pertenece al último grupo de pequeñas islas visitadas por nosotros, La isla es tan chica que podíamos caminar de un lado al otro, subimos a la montaña para mirar las colonias y oler "el perfume del pingüino" por última vez. Una despedida digna para decirle adiós al Continente Blanco.

Nos sentimos privilegiados de haber visitado esta tierra tan distante, donde empezamos el nuevo siglo.

La temporada para los cruceros a la Antártida comienza en noviembre y termina a finales de febrero. Para celebrar el Año Nuevo en la Antártida hay 2 salidas desde Ushuaia.

Zelfa Silva

Zelfa Silva Cruceros a la Antártida

 

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